El pasado sábado 17 de agosto hicimos una marcha nocturna. ¡Estuvo genial! Los caballos maravillosos, como siempre, los alumnos a la altura de las circunstancias, los enganches un éxito pues pudieron acompañarnos muchos amigos que hicieron que la marcha fuera muy amena.
La noche acompañó con una agradable brisa y un cielo
despejado que facilitaba la visibilidad aunque la Luna no estaba totalmente
llena. Fue una auténtica gozada pasear por la campiña con buena compañía humana
y equina.
El trabajo anterior dio sus frutos, tanto la
preparación previa de los caballos y su cuidado entrenamiento como supervisar
la ruta a seguir y la organización de la actividad hizo que todo fuera
agradable, seguro y divertido. La travesía duró cuatro horas aproximadamente en
la que mantuvimos a los caballos al paso durante todo el trayecto para
potenciar la relajación en el campo. Iban caballos jóvenes a los que
sus jinetes guiaron con seguridad y de los que se llevaron muy buenas
sensaciones. Hicimos un alto en el camino en un ensanche para tomar un
refrigerio y algo de picar. Retomamos la marcha volviendo a la cuadra por otro
camino y después de atender a los caballos y dejarlos cómodamente en sus
cuadras nos reunimos todos los participantes para comentar la jornada.
La campiña del término de Paradas es un sitio
fantástico para pasear ya sea campo a través o por carriles como fue en ésta
ocasión ya que íbamos acompañados de los enganches. No hubo necesidad
de cruzar ninguna carretera ni de pasar dos veces por el mismo sitio ¿No es eso
un privilegio en ésta época que vivimos?
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