El pasado sábado 12 de Diciembre tuvimos la gran suerte de organizar en nuestras instalaciones un curso de masaje preventivo para caballos impartido por el prestigioso veterinario, quiropráctico y osteópata equino D. Diego Mas.
Empezamos a las nueve de la mañana en la hermita de San Albino con la parte teórica. Hay que agradecer al ayuntamiento de Paradas su ofrecimiento y su buena disposición ya que nos cedieron este sitio que cubría sobradamente nuestras necesidades.
D. Diego fue capaz de captar la atención de los dieciocho alumnos desde el minuto uno. Nos habló de los beneficios de los masajes para el buen rendimiento de nuestros caballos, de la morfología y fisiología, de las características específicas de este mamífero que lo hacen distinto al resto. De cómo afecta el peso y el tipo de monta del jinete, de músculos, ligamentos, articulaciones, huesos, tendones, facias y demás... Y cuando parecía que nos perdíamos entre esos entresijos de masa viva siempre sabía ubicarnos y hacernos ver con acertadísimos ejemplos de qué estábamos hablando. Y digo estábamos porque creo que así nos sentíamos ya que a la vez que exponía su discurso facilitaba mucho la interactuación de los presentes.
Para finalizar la teórica nos indicó algunas pautas posturales para usar a lo largo de la parte práctica que tendría lugar tras un almuerzo en convivencia en el restaurante Nueva Andalucía.
A eso de las tres de la tarde con las fuerzas recuperadas y con la agradable sensación de que todo el grupo había conectado nos dirigimos a nuestras instalaciones. Nos reajustamos en subgrupos de tres personas y con seis de nuestros colaboradores caballos nos pusimos manos a la obra. Estuvimos aproximadamente tres horas aprendiendo y aplicando técnicas para relajar, buscar tensiones, estiramientos, algún pequeño desbloqueo... Todo bajo las acertadas indicaciones para mantener la seguridad de alumnos y caballos. Hubo un caso en el que un alumno detectó en uno de nuestros caballos un bloqueo de más importancia en una costilla y D. Diego, tras darnos las pautas a seguir en un caso así se ofreció a aliviar a este animal.
Una de las cosas que más sorprendió a los alumnos fue ver el nivel de relajación y confianza en el que entraban los caballos.
Tras la entrega de diplomas, dando ya por finalizado el curso, D. Diego le realizó sendos masajes de recuperación a dos potros de cuatro años. Decir que todos los alumnos optaron por quedarse a ver el masaje ya que la gran calidad profesional y la calidez humana de D. Diego nos dejaron huella.
